La mayoría de sus composiciones son audaces y se apartan de los estilos de la época.
Primera parte, visión 2: Las esferas cósmicas y el ser humano
Bermersheim vor der Höhe, Alemania
1098-1179
Inventora, naturalista, escritora, compositora, filósofa, Illuminadora, médica, religiosa i exorcista
La lingua ignota es una lengua artificial inventada por Hildegarda. De Bingen es la única persona de la que perduran hoy escritos usando esta lengua. Ella la describió, emplea un alfabeto también inventado, de veintitres letras, y contiene unas mil palabras, de las que hizo un glosario en latín. La utilizaba como lengua mística, la que tendrían los ángeles, y podía intercalar palabras de lingua ignota en sus escritos, consiguiendo un efecto global enigmático.
Es una de las primeras lenguas artificiales de la historia, por la que Santa Hildegarda von Bingen es considerada patrona de los esperantistas.
Santa Hildegarda von Bingen es la primera persona en el mundo de quien se conserva música escrita, creó la primera lengua inventada de la historia y fue la primera y única mujer en siglos autorizada por la Iglesia a predicar, cosa que hizo en numerosas giras por pueblos y templos de Alemania.
Sobre la sexualidad también tenía un punto de vista femenino y positivo, de ella tenemos la primera descripción del orgasmo
No siento estas cosas ni con los oídos del cuerpo ni con los pensamientos de mi corazón, ni percibo nada por la confluencia de mis cinco sentidos, sino en el alma, con los ojos exteriores abiertos, de tal manera que nunca he sufrido la ausencia del éxtasis. Veo estas cosas despierta, tanto de día como de noche
Santa Hildegarda (1098-1179) comenzó a escribir su primera obra, Scivias, en 1141 cuando contaba 43 años y terminó la última a los 75 poco antes de morir. Dictó en total cinco grandes libros y siete más pequeños, además de 77 obras musicales, amplia correspondencia de la que se conservan más de 300 tarjetas, y otras obras menores. Sus obras principales son:
Las obras médicas de Santa Hildegarda (1151 – 1158) posiblemente se dictaron seguidas bajo el título común de: Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum (Libro de observaciones sobre las propiedades naturales de las cosas creadas), que en el siglo XIII parece ser dividido en dos textos: Physica y Causae et Curae:
Su correspondencia (1147-1179) consta de más de 300 cartas a toda la escala social de la época: papas, emperadores, reyes, nobles, obispos, monjes, y gente de toda condición social que acudían a Hildegarda en busca de consejo y ayuda
Hildegarda compuso setenta y ocho obras musicales, Agrupadas en Symphonia armonie celestium revelationum: 43 antífonas, 18 responsorios, 4 himnos, 7 secuencias, 2 sinfonías (con el significado propio del siglo XII), 1 aleluya, 1 Kyrie, 1 pieza libre y 1 Oratorio (fascinante, pues el oratorio se inventó en el siglo XVII). Por otro lado, compuso un auto sacramental musicado llamado Ordo Virtutum ( «Orden de las virtudes», en latín), sobre las virtudes.
Desde joven tuvo visiones de tipo místico pero no comenzó a escribir sus visiones hasta los cuarenta años de edad, una vez vencidos escrúpulos y dudas. Escribió tres libros sobre estas experiencias religiosas: Scivias Domini ('Conoce los caminos del Señor'), considerada la más importante, Liber vitae meritorum y De operatione Dei. Sus visiones o «inspiración divina» venían sin éxtasis ni transporte. las elaboraba, interpretaba y dictaba en vigilia a colaboradores que las escribían, y destaca la monja Ricarda, a quien estaba fuertemente unida.
Los escritos de Hildegarda impresionaron profundamente a Bernardo de Claraval y éste se los hizo llegar al Papa Eugenio III (1145-53) quien después de leerlos escribió una carta a Hildegarda felicitándola, animándola a seguir escribiendo y dándole permiso para que fundara un convento en Bingen, sin la tutela de ningún monje, como era su deseo.