En 23 de septiembre de 1478 Beatriu de Pinós emprendió el primer proyecto de fundar una cátedra luliana en Palma de Mallorca. Contaba con una fortuna bastante considerable, que ya en su primer testamento (1477) legaba en gran parte a la Ciudad de Mallorca y el Reino de Mallorca para impulsar en ellos la creación de un centro de enseñanza lulista, Randa Miramar, la escuela que Llull fundó para formar misioneros. Los alumnos debían correr mundo para extender el Ars Luliana, y los más preparados debían hacer vía hacia tierras sarracenas.
Beatriu de Pinós personifica la importante y significativa implicación de las mujeres del siglo XV en el conocimiento y divulgación de la obra del místico y bebí Ramon Llull, como creadoras y sostenedoras de espacios donde enseñar, conocer y difundir la obra luliana. A su iniciativa se debe la fundación del Estudio General Lul·lià de Mallorca, origen de la futura universidad mallorquina